JORDI | GAVA, ESPAÑA

El diagnóstico de Jordi no fue claro hasta su actual edad, 6 años. Le implantaron bilateralmente a los 10 meses y desde entonces su día a día ha sido una completa sobreestimulación para contrarrestar la importante hipotonía muscular, la falta de equilibrio y el desarrollo verbal.

La retinosis pigmentaria ya ha aparecido en su camino, pero de momento, no le priva de disfrutar de lo que más le gusta. Entre otras cosas, a Jordi le encanta montar en bicicleta o en patinete, subirse a un kart o a su moto de montaña; devora libros y rotuladores pintando, ¡le apasionan los coches y las noches de pizza y película en casa! Su pequeño gran sueño es ¡llegar a conducir un coche!

Jordi aún no sabe qué es el síndrome de Usher 1B, ni sus consecuencias.

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