Esta donación surge de la boda de Anna y Álvaro, quienes decidieron que en lugar de gastar dinero en regalos para sus invitados, donarían una cantidad a nuestra organización para luchar contra la ceguera infantil. Como amigos de una persona afectada por el síndrome de Usher, se involucraron y, en un momento tan hermoso de sus vidas como es la celebración de su boda, eligieron reconocer esta enfermedad minoritaria, tenernos presentes en sus mesas, compartir nuestra causa y hacer una generosa donación.