Me llamo Pere y tengo 33 años. Soy catalán. Desde niño, me apasiona la aviación. Paso más tiempo en los aeropuertos que en casa porque siempre que puedo, viajo. Hasta ahora, he visitado más de 60 países y he recorrido más de 850.000 kilómetros en avión. Tengo el síndrome de Usher Tipo 1D, nací con sordera profunda y mi lengua materna es la lengua de signos catalana (LSC).
Estudié un año en la Universidad de Gallaudet en Estados Unidos para aprender inglés. Tengo un máster en Dirección de Recursos Humanos y soy graduado en Gestión Aeronáutica. También trabajé para una aerolínea española.
Hace dos años, mi visión empeoró y me sentí confundido porque tuve que enfrentarme a un cambio en cómo me identificaba. Pasé de identificarme como una persona sorda a una persona sordociega, y fue como estar dentro de una tormenta, de la cual ya he salido. Ha habido cambios en mi situación laboral, social y emocional. Finalmente, he encontrado mi espacio de confort y seguridad. Actualmente estoy mucho mejor, mi nivel de estrés ha disminuido y estoy feliz porque he aclarado y aceptado mi identidad como persona sordociega con Usher. He hecho nuevos amigos con el mismo problema de visión, con quienes comparto muchas cosas y nos lo pasamos muy bien juntos. Ya no estoy tan solo, ¡todo suma!
Me considero un activista en defensa de los derechos de las personas sordas y sordociegas, incluidas las que padecen Usher. Gracias a mi máster en Dirección de Recursos Humanos, actualmente participo en proyectos para visibilizar esta discapacidad y ayudar a mejorar los derechos sociales, laborales y educativos para aumentar la calidad de vida a nivel europeo y mundial.
Recientemente, he sido nominado líder de la Comisión de Jóvenes de la WFDB (Federación Mundial de Personas Sordociegas). En este rol, colaboraré con la IDA (Alianza Internacional de la Discapacidad) y la ONU (Organización de las Naciones Unidas) durante cuatro años.