Después de seis años de luchar contra los retos de la PMA para traer a nuestro hijo a nuestras vidas, por fin ha llegado Antoine. Sin embargo, a los pocos días de vida, surge la preocupación por la sordera. El pediatra lo atribuye inicialmente a líquido amniótico en los oídos, instándonos a no preocuparnos. Por desgracia, dos meses después se confirma el desgarrador diagnóstico: Antoine padece sordera bilateral profunda. A pesar del dolor, surge un rayo de esperanza al conocer la posibilidad de los implantes cocleares.
Mientras el ritmo de vida se asienta y asistimos a los alegres progresos de Antoine, el 6 de diciembre de 2023 se produce un golpe devastador: la revelación del síndrome de Usher. Siento que el suelo se hunde bajo mis pies. Habiendo leído anteriormente sobre este síndrome, comprendo rápidamente los retos que nos esperan. A pesar de la tristeza y la rabia abrumadoras, le aseguramos a nuestro pequeño Antoine nuestro amor y nuestro compromiso de luchar a su lado. Recurriendo a Internet en busca de respuestas y esperanza, encuentro consuelo en los esfuerzos de la asociación Savesightnoweurope y en las inspiradoras historias de madres, en particular de Berta y Émilie. Su apoyo inquebrantable me da la fuerza y el valor para defender no sólo a Antoine, sino también a todos los niños con síndrome de Usher.